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UN VECINO CONFUNDIDO

Historias reales presenta: Un vecino confundido, una comedia verídica que aconteció en la ciudad de Tulsa Oklahoma en el año 1997.

Un cordial saludo para todos mis queridos amigos y fieles lectores de su amiga Angélica Mata.
Antes de iniciar mí siguiente historia quiero felicitar a mi hermano del alma JESUS HEREDA (el gatillo) famoso actor del cine mexicano en las películas de acción, fundador y director general de: El superior, periódico hispano para el hispano cubriendo todo el norte de california, quien estuvo de manteles largos el pasado 1 de abril.
Deseo con todo el corazón que nuestro padre Dios le brinde buena salud, mucha paz, felicidad y le prolongue la vida para que sus familiares, amigos y fans sigamos disfrutando de su grata presencia.

Era un grupo de vecinos compuesto por: Mario Ariel, Almita, Fernando, martita y Jorge Armando quienes se llevaban de maravilla, mejor que familia. Aconteció que un día a la pareja formada por Mario Ariel y Almita se les descompuso el auto, Mario Ariel continuó su rutina, consiguió un amigo que lo transportase a su trabajo por la mañana pero al atardecer cuando terminó su turno comenzó a llamar por teléfono a sus amigos para que lo retornasen a casa, cansado de intentar localizarlos sin tener éxito decidió llamar a su esposa Almita para que consiguiese alguien que manejase el auto y fuese por él, la razón por la que Mario Ariel le pidió a su esposa Almita que buscase un piloto o chofer para manejar el auto es: porque ella tiene pánico de manejar.

Sin perder más tiempo Almita llamó a su amiga Martita y es aquí donde comienza la confusión, por parte de Jorge Armando.

Suena el teléfono en casa de Fernando y Martita la segunda pareja que protagoniza esta cómica historia, inmediatamente Martita contesta la llamada de Almita que le dice lo siguiente: Martita necesito un hombre con urgencia que me lleve al hotel, Martita le respondió: Oh mi Dios ciento mucho no poder ayudarle Almita pero Fernando mi marido no se encuentra en casa, sino con mucho gusto yo se lo presto. Pero justo cuando Martita terminaba de decir estas palabras hizo su entrada Jorge Armando el prometido de Rosa su cuñada con quien compartían la misma vivienda. Inmediatamente Martita le dice a su amiga: espere un momento Almita aquí viene llegando Jorge Armando, ahora mismo se lo pongo en el teléfono, Almita muy agradecida contesta muchísimas gracias amiga.

Y aquí comienza la conversación entre Almita y Jorge Armando, pero antes de comunicarlos Martita le dijo a su futuro concuño lo siguiente: Jorge Armando, Almita necesita con urgencia un hombre que la lleve al hotel. Y fue aquí donde comenzó la confusión de Jorge Armando quien se gana el título de: Un vecino confundido.

El corazón de Jorge Armando parecía explotar de emoción, tanto que olvidó saludarla y rápidamente se enfocó en expresarle sus viejos sentimientos hacia ella y le dice así: hay Almita yo desde hace mucho tiempo deseaba cortejarla pero al verla tan elegante y tan perfumada yo nunca me atreví, pero mire como es Dios de lindo hoy las cosas solas se dieron, ah, pero eso si Almita, usted me va a permitir que yo primero me dé un baño.
Almita que lo había escuchado en silencio por barios minutos por fin tenía la oportunidad de hablar e inmediatamente le respondió: no no, no hay que perder más tiempo, esto es una emergencia, tenemos que llegar rápido al hotel.
5 minutos después Jorge Armando toca la puerta, ella lo recibe con un gigante licuado de melón diciéndole, supongo que usted no ha comido, pero este jugo le ayudará a resistir.
Almita se refería a que resistiría hasta regresar a casa para tomar sus alimentos, pero el vecino confundido aumentaba cada vez más su confusión y al ver que el jugo era de melón dijo: Hay Almita yo tengo entendido que los ostiones son mejor y ella que aún no se daba cuenta de la confusión, serenamente le contestó: siento mucho no disponer de ostiones, yo solo tengo melones.

Jorge Armando termina su licuado, ella le entrega las llaves del auto y se sienta en los sillones de atrás, aquel hombre confundido iba de mal en peor, la volteaba a ver con mucha frecuencia y le decía: yo entiendo Almita que usted no quiera venir a mi lado porque no me he bañado pero le prometo que llegando al hotel lo aré, en ese momento Almita no prestaba mucha atención a las palabras de Jorge Armando, pues a ella solo le preocupaba llegar rápido y no hacer esperar tanto a su amado esposo.

Pero aquel hombre emocionado seguía ablando como un perico, de pronto preguntó: y a todo esto Almita a que hotel vamos, ella le contestó: al Marriott y el vuelve a preguntar: hay Almita y no será muy caro allí y ella nuevamente sin prestar atención le contestó: no sé, pero usted no se preocupe porque nosotros no vamos a pagar por entrar, Jorge Armando vuelve a preguntar: hay Almita no me diga que usted ganó un pase gratis, pero ella no alcanzó a responder esta pregunta porque por fin habían llegado al hotel y el vecino confundido se disponía a buscar parqueo cuando fue sorprendido por Almita que le dice: ¿Que hace? No no, no busque parqueo, y aquel hombre vuelve a preguntar: ¿va a venir un mozo a parquear el auto? De inmediato Almita le respondió: Nada de eso, mi esposo esta aquí, él lleva mucho rato esperando por nosotros.
Al escuchar estas palabras Jorge Armando queda paralizado, tanto que se quedó siego, sordo, mudo y no se daba cuenta que Mario Ariel le tocaba la ventana de su puerta saludándolo y agradeciéndole su colaboración para retornarlo a su casa.

Comenta Almita que ella nunca olvidará el estado de su vecino causado por aquel mal entendido, dice haberlo visto cambiar el color de la piel barias veces de verde a morado, rojo y por ultimo completamente blanco y sudaba frío, al día siguiente supo de labios de su entrañable amiga Martita y su prometida que había enfermado de gravedad teniendo altas fiebres. Nunca nadie supo el motivo de su enfermedad excepto Almita.

Yo escucho con frecuencia a la gente decir, que de tristeza nadie muere, pero a este hombre la vergüenza casi lo mata. Las dos parejas continúan hasta la fecha con su bella amistad que tiene ya una larga trayectoria y hoy por hoy no se ven como amigos sino como una familia muy unida e inseparable.

Jorge Armando contrajo matrimonio con su prometida y aún cuando continua viviendo en la misma ciudad solo volvió a coincidir en dos ocasiones con Almita y Mario Ariel.

Esta cómica historia además de ser muy divertida y entretenernos, nos confirma una vez más que la mayoría de los hombres son infieles por naturaleza. Sin importar si están casados con mis universo o a punto de ir al altar. Pero lo cierto es que este vecino confundido sobrepasó los límites puesto que Almita estaba casada con su amigo y él a punto de ir al altar.

Millones de gracias por todo los correos que me envían que nuestro padre Dios les pague por regalarme un poco de oro. Porque eso es el tiempo que invierten al leer mis historias.
Sus comentarios serán siempre bienvenidos al www.elsuperior.com o a mi correo personal.
angelicamata2000@hotmail.com Disfruten todos el resto de este precioso verano que papa Dios nos regala.


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Director: Jesus Heredia